Los juegos de los dioses

Los dioses adoran jugar con los mortales, y cada cien años el Crisol les da la oportunidad de hacerlo: una competición donde el destino del Olimpo se decide a través de humanos elegidos por ellos.

Yo nunca he tenido suerte con los dioses. De hecho, Zeus me maldijo, y desde entonces intento pasar desapercibida entre ladrones y sombras en San Francisco, su ciudad protegida. Pero todo cambia cuando el más temido de todos, Hades, decide elegirme como su campeona.

Nadie sabe por qué el dios del Inframundo participa esta vez… ni por qué me ha escogido a mí, una donnadie con una maldición a cuestas. Lo único que sé es que cada vez que me mira, el mundo se detiene.

El Crisol es un juego donde los dioses dictan las reglas, pero Hades nunca ha jugado limpio. Y con él, una cosa es segura: la Muerte siempre gana.